La buena imagen



En estos días estaba hablando con un amigo mío. Tenemos como año y medio conociéndonos. Él es de esas personas que uno siempre piensa "Es un buen tipo" y la verdad lo es. Siempre está atento a cualquier cosa que uno pueda necesitar.
Pero en medio de la conversación que sosteníamos, me dijo "Sí, tú sabes que cuando yo tengo necesidad, contrato a un par" Yo no entendía de qué hablaba, hasta que su movimiento de cintura, como la de un perro en celo, me dio una pista.
Prostitutas, obviamente. Un detalle que desconocía porque la verdad es que nunca me he interesado por la vida privada de mis amigos. ¿Sabes por qué? Porque conocer esos detalles tan.. no sé cómo decirlo ¿íntimos? me hacen cambiar la percepción que tengo de cualquiera.
Pasó de ser el tipo agradable, al que contrata a alguien para que le ofrezca servicios que satisfagan una de sus necesidades básicas. Y ya no lo pude mirar igual nunca más.
Creo que hay cierto tipo de información que las personas se deberían guardar con mucho recelo. Ponerla en algún punto muy seguro de su corazón. Entonces, nunca dejarla salir.
Es como aquella vez que un amigo de la universidad tenía un comportamiento errático. Todos pensábamos que era cuestión de inmadurez, es decir, con diecisiete años era el retrato de la perdición: fumaba como una bruja de novela, tomaba hasta perder la consciencia y sacaba las peores notas posibles.
Todos le dejábamos pasar todo, pues era el menor del grupo. Entonces, un día en una reunión soltó una gran verdad: "Necesito meterme una dosis, pero no de nicotina, sino de marihuana" Todos quedaron en el sitio, con los ojos abiertos como platos soperos, hasta que alguno cambió el tema de conversación.
Nadie sospechaba que ese muchacho se drogara. Nadie hasta esa noche, cuando todas las piezas encajaron.
Con esto no quiero decir que estoy en contra de que la gente se drogue (en realidad sí lo estoy). Lo pueden hacer siempre y cuando nadie se entere. Una información de ese tipo destruye la imagen del más santo. Si no me creen, pregúntenle a Michael Phelps, cuando se publicaron unas fotos de él fumándose un porro.
Yo sé que conocer mejor a las personas nos hacen mejores amigos. Pero eso no significa que hay que compartirlo todo. Sobre todo en materia de prostitución y drogas. Por esa razón yo casi nunca hablo de mi vida privada, porque sino no habría persona en este mundo con una buena imagen mía.

Enviado originalmente el 24 de septiembre de 2oo9

2 comentarios:

Abuela Ciber dijo...

Imagen..... la verdad me importa poquisimo la imagen que tengan de mi las personas.

Me importa a mi como soy, vivo conmigo, no con los demás.

Las capas de barniz que de la "sociedad" es una hipocresía.

No es de extrañar tanta locura, cuando se ven como son se asustarán!!!! Y han de correr a los psicologos.

Cariños

periodista lilimar dijo...

hay ciro te acabas de descubrir tienes una vida oscura. yo soy una santa y tu tienes un mal concepto mio.