En pocas palabras
-¿Y tu carro, Ciro?
-Lo vendí. Me cansé de contaminar el medio ambiente. Ahora ando en bicicleta
-¿En serio?
-No. El carro está estacionado por allá. El mundo se puede seguir cayendo a pedazos
-Iba a venir a la fiesta mamarracho, pero luego pensé que mejor me ponía bonito
-¿Y estás bonito?
-No. Estoy bellísimo
-¿Quieres tomar café?
-Gracias, pero no tomo café
-¿Y cómo haces cuando tienes sueño?
-Duermo
-Ciro, parece que no van a dejar cantar al cuarteto en el festival
-¿Hablas de los cuatro vulgares, esos con letras obscenas?
-Son mis sobrinos
-Y tienen una voces muy hermosas
-Se me quedó el informe, Ciro
-¡Qué malo!
-¿Sabes esas sensación de que se te queda algo cuando sales de un lugar?
-Sí
-Pues no me dio
-Mis amigos nunca me apoyan
-¿Cómo? ¿Qué dices? Tus palabras me ofenden
-Pero es que tú nunca me apoyas, Ciro
-No me refiero a eso ¿Quién te ha dicho a ti que yo soy amigo tuyo?
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Publicado el 3o de noviembre de 2o11
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