Paparanoia




Yo adoro a mi padre. Él siempre ha tenido un interés por la seguridad propia y la de los demás. Al punto que parece una paranoia. Quizás un trauma infantil lo impulsó a preocuparse por el provenir estable de la familia. Seguidamente algunas de sus lecciones de vida:
  • "Nunca cuentes dinero en la ventana de tu casa, alguien te podría estar viendo y robarte luego" Sólo ahora es importante esta regla, que es cuando puedo tener una cantidad de dinero decente en mis manos. Pero cuando era niño, me parecía una exageración. No podía contar los billetes de 1, 2, 5, 10, 20 y 50 bolívares, que eran los billetes que podía tener.


  • "Cuando conduzcas, piensa que todos los demás están locos" No puedo culparlo, hoy en día el 45% de los conductores son motorizados, 45% más son taxistas locos y el 10% restante están demasiado ebrios todo el tiempo.


  • "Cuando manejes, está atento a que nadie te persiga. Si es así, busca la manera de perderlo" Es una buena idea, excepto que con el tráfico y las colas, es tan difícil que alguien siga a otro sin darse por vencido en algún punto. No hay emoción porque no hay persecución a alta velocidad.


  • "Cualquiera puede atracarte mientras vas por la calle caminando, aprende un arte marcial" Y lo hice, judo. No por motivación personal, sino porque mi padre nos llevó a la entrenadora a casa. Sí, así no podíamos escapar de la enseñanza.


  • "Toca algún instrumento de música, es bueno para tu futuro" Aprendí a tocar cuatro y tan rápido lo hice, lo olvidé. Supongo que mi futuro no está en la música. De hecho, no sé donde está desde que dejé las lecciones de brujería práctica.


  • "Debes tener muchas linternas en casa, por si se llega a ir la luz" Claro que cuando era niño Cadafe funcionaba a la perfección y nunca hice caso. Ahora que no es lo mismo, bien me valdría comprarme unas cuantas linternas porque eso de comer a la luz de las velas podrá parecer muy romántico, pero es demasiado molesto.


  • "La salud es lo más importante, debes tomar tus remedios" En esto tiene toda la razón. Sólo que yo le ponía entretenimiento a la cosa. Me echaba a correr por toda la casa cada vez que me tenían que dar un jarabe. Era algo así como atrápame-si-puedes. Quemaba calorías y luego -cuando me alcanzaban- me tomaba el remedio con sabor a veneno.


  • "Estudia todo el tiempo" Comienzo a creer que es él el culpable de que esté estudiando una segunda carrera. Lo peor es que me temo que después quiera estudiar una tercera o una cuarta.


  • "Consigue todo lo que quieras con tu esfuerzo y trabajo" Esta lección se me quedó grabada y reforzada con su ejemplo. Podría haber terminado siendo un traficante de drogas, sino fuera por él. Podría tener tanto dinero ahora.
¿Ves por qué lo admiro? Es un buen padre, sólo un poco exagerado de vez en cuando.

Posteado el 13 de junio de 2oo9

2 comentarios:

Ciro dijo...

Curioso padre, cuando menos.

periodista lilimar dijo...

DEMASIADO BUENO