Mary Poppins y yo

Una cosa es ser alumno y otra profesor. Cuando soy profesor, me comporto como tal. Cuando soy alumno, soy alumno. Por ejemplo, me encanta ponerle sobrenombres a los profesores. No me molesta que me los pongan a mí (recuerdo que el primero era Alien y nunca entendí por qué)

Continuando, hay una profesora que es amargada como ella sola. Entonces, le puse -irónicamente, por supuesto- el mote de "Mary Poppins" porque "llenaba el salón de alegría" Lo cierto es que Mary llegó un día molesta. Nos reunió y dijo "Sé que me tienen un sobrenombre y quiero que me digan cuál es"

Comencé a sudar frío y a pensar "Sabe que le digo Mary Poppins. ¿Cómo se lo explico? ¿Le digo que ella es tan amargada que se me ocurrió llamarla así?"

Nadie decía nada, mientras ella insistía. Hasta que dijo "Yo sé cuál es el sobrenombre. A mí me dicen La Amante" Inmediatamente, una pregunta me asaltó "¿La Amante? ¿La Amante de quién? ¿Quién tiene tan mal gusto o está tan necesitado?"

Entonces repitió "Sí, sé que me dicen La Manca". Entonces reflexioné "Escuché mal. Y claro, eso tiene más sentido" Aunque debo decir que el término es el incorrecto porque manco es alguien a quien le falta un brazo o mano. Lo correcto sería decirle La Coja, pero no creí que fuera el momento ideal para discutirlo.

Acto seguido, una de mis compañeras soltó el siguiente comentario "Profe, a mí me parece que está fuera de lugar. A mí me interesa que usted sea buena dando clases. No me importa si usted es verde, si tiene tres brazos o si es zorra" Apenas escuché 'zorra' me volteé y le hice señas de que se callara. No estaba mejorando la situación.

La profesora se retiró del salón, personificando a una adolescente iracunda. Me molestó su comportamiento tan inmaduro. Yo nunca he hecho eso ante mis alumnos, prefiero terminar la clase. Pero lo que nunca me molestó fue el hecho de que no sabe el sobrenombre que yo le tengo (también me alegra desconocer los que me tienen)

Publicado el 17 de junio de 2o1o