Hola.. tú

Cuando estaba estudiando periodismo, había un profesor que siempre nos decía en clases la importancia de conocer el nombre de todas las personas. Es importante saberlos en todo momento. Eso es lo que hace un buen político.

En todo caso, ese es el deber ser, no lo que siempre ocurre. En ocasiones, veo a alguien conocido en la distancia y mi cerebro comienza a mover los engranajes, mientras mi voz interna grita "¿CÓMO SE LLAMA! ¡CÓMO SE LLAMA?" Casi se puede ver el humo saliendo por mis orejas, mientras mis neuronas tratan de buscar en los archivos de mi memoria.

Lo normal es que comiencen a aparecer letras, como si se tratase de un rompecabezas. Llega la información así "Tiene una B. Tiene una B. Pero no sé si comienza con B. Puede tenerla en el medio ¿O era una P? No, definitivamente era una B.. creo"

Y mientras mi cerebro se debate entre las letras que conforman el nombre, esa persona se va acercando. Cada vez más cercano, la distancia se hace menor. Estoy casi seguro que mis ojos se van a blanco a la par de que intento con mayor fuerza recordar.

Entonces, llega el nombre.. en el 2,37% de los casos. De resto, no hay respuesta favorable. Pero el lado positivo que vive en mí me dice "Tranquilo, quizás tampoco recuerde como te llamas" Pero no sé si soy demasiado optimista, ingenuo o si tengo un nombre fácil de recordar. Todos llegan diciendo "¡Hola, Ciro!"

En ese momento, automáticamente pienso "¡Malvada sea! ¿Por qué seré tan memorable?" Debe ser porque soy demasiado guapo y divertido.. o porque mi nombre tiene 4 letras nada más. Lo cierto es que le saludo "Hola, (sustituto del nombre) ¿Cómo estás?"

Los de los sustitutos me lo enseñó mi hermana. Son los siguientes: mi vida, cariño, mi pana, amigo mío, papá, primo, rey, princesa, colega y un largo etcétera. Usados de manera correcta y con mucha naturalidad, la otra persona no notará la falla en la memoria.

Al final, unas siete semanas y media después, mientras intento dormir, salta a mi mente el nombre "Marta" ¡Así se llama! Y no tiene B ni P por ninguna parte.
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Publicado el 16 de junio de 2o13