Querida Diana:

No sé quién carajos eres. Tú tampoco me conoces. Sin embargo, hay algo que nos une: le das mi número de teléfono a todas las personas que conoces, diciendo que es el tuyo. Aparentemente, no quieres que nadie te moleste. Entonces, me terminan fastidiando a mí.

Espero comprendas que para alguien como yo, a quien nadie llama, no es justo. De pronto suena el celular. Creo que alguien se acordó de mi existencia y me decepciono. Es otra vez la muchacha de Visa, pidiéndome que pagues tus deudas.

Pero no sólo me llaman por tus tarjetas de crédito, no. Te informo que hasta tu padre tiene mi número. Y sabes, si tienes problemas familiares, no es mi malvado problema. Mejora las condiciones de comunicación con tus parientes. De lo contrario, comenzaré a decirles que estás en estado vegetativo en un hospital, después de tener una pelea con tu proxeneta.

Honestamente, me llaman tanto por ti que no es exagerado pensar que te dedicas a la prostitución. Es eso o tráfico de drogas. Aunque también existe la posibilidad de que tengas una línea caliente. En fin, si te quieres retirar del negocio, no es algo de mi interés. Usa tu propio número hasta el último cliente.

Además de la frecuencia, debo agregar que es la duración. Tengo años contestando llamadas dirigidas a ti ¡Años, mujer! Saqué la cuenta y son nueve ¡Nueve años!  Y, a pesar de lo que puedas pensar, no me gusta el papel de recepcionista (además no te puedo transferir nada)

Ahora, si lo quieres es sentirte importante y que alguien más reciba tus mensajes, contrata a un asistente. También podrías decirle a tu chulo que lo haga por ti. Sino, puedes mandar las llamadas a buzón de voz. Quizás no sepas que existe, pero es una contestadora. Funciona así: te dejan el recado y tú lo oyes luego.

Mi estimada Diana, te voy a pedir encarecidamente que te inventes otra combinación de números al azar. Aunque también podrías comenzar a dar tu verdadero número, como lo hace la gente adulta. Pero como sé que no lo vas a hacer, no te extrañe que todos tus conocidos, después de llamarme, comiencen a buscarte en la morgue.

Y sí, cada vez que te zumba el oído izquierdo.. soy yo mentándote la madre.
___
Publicado el o3 de noviembre de 2o13

No hay comentarios: