La importancia de un buen amigo (o un espejo)

 

Mi querida amiga Maya se acordó de mí y me envió una imagen. Podría describirla muy detalladamente,  pero prefiero mostrarla:
 

Al principio pensé que la mujer estaba desnuda, hasta que Maya me dijo que me fijara en los tobillos. Tiene una suerte de pantalones de su mismo color de piel. Fue en ese momento que sentí pesar por la señora con el mal gusto para vestirse

Y es que, a diferencia de Maya, ella no tiene un buen amigo como yo. Sabes, alguien que le diga "Marica parece que no tuvieras nada puesto.. y tu cuerpo no da para ese atrevimiento", "Estás haciendo el ridículo", "Eres una ofensa para el sentido de la vista" o algo por el estilo.

Y es que un amigo de verdad es honesto y te ayuda en cualquier situación. Esa es una de las funciones principales de un pana. Pero supongamos que la mujer de la foto no sabe hacer amistades. Pues tampoco sabe hacer enemigos.

Lo voy a explicar: alguien que la odiara con ganas se habría reído en su cara, burlado hasta dejarla sin autoestima en el horizonte. Pero ni eso tiene la pobre señora. Porque nadie que la deteste de verdad pudo dejar pasar esa oportunidad.

Lo peor de todo es que, supongamos que no tiene amigos ni enemigos, tampoco tiene un buen trabajo. Hablo de un empleo decente que le permita comprarse un espejo. Porque esa señora no debe tener uno en casa.. y si lo tiene, no sabe cómo se usa.

Por eso, mantén cerca a tus amigos, más cerca a tus enemigos y cerquitica un espejo.
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Publicado el o2 de febrero de 2o14