Cómo preparar un rico batido


Vamos a ver.. para desayunar me quiero preparar un batido. Como siempre, lo voy a hacer ligero, para no engordar. Sí, un poco de chicha, un poco de avena y un poco de chocolate. Ahora, la leche entera con 30% de grasa.

Lo que hay en este envase no es suficiente. Es muy poca. La voy a mezclar con una nueva. Oye, pero no sólo no le quedaba nada, sino que está caliente. Bueno, ahí va. Esto va a saber delicioso. Ahora, a probar.

¡Guácatela! Esto sabe horrible. Pero si ya había preparado esta mezcla antes ¿Qué pudo salir mal? ¿Sería la leche nueva? Seguro está dañada.. y es el último litro que me queda. Voy a probarla.. mmm.. no, no es esto.

Quizás lo imaginé todo. Tal vez no sabía tan mal. Voy a tomar otro sorbo. A ver.. sí.. a probar otra vez.. espera.. hay que saborear bien.. sí, es definitivo, sabe a odio.

Pudo haber sido la leche vieja. Pero no hay forma de comprobar, la gasté toda.

¿Pero realmente sabía terrible? Voy otra vez.. un poco nada más.. el sabor es conocido.. otro sorbo.. es algo familiar.. sí.. ¡Ya sé a qué sabe! Sabe a vómito

Quizás mi estómago me pase factura luego, pero le voy a dar otra probada para estar completamente seguro de que sabe mal. Tal vez lo único que le falta es más chocolate. Voy a ponerle unas dos cucharadas más.

Sí, ya no sabe a vómito. Ahora sabe a vómito con mucho chocolate.
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Publicado el 23 de marzo de 2o14

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