Lammily, la muñeca con medidas reales (no te vistas que no vas)

Hace poco leí una noticia interesante: un hombre ha decidido sacar su propia muñeca para destronar las apariencias de la famosa Barbie. Se llama Lammily y tendrá las dimensiones de una mujer real. A escala, obviamente, que es para niñas, no para hombres.

Ahora, lo interesante del cuento es que no sólo sería más precisa, sino que también puede incluir detalles a petición: granos en la cara, estrías, celulitis, cicatrices, heridas, picaduras de mosquito, entre otras opciones. El sueño de toda mujer.

Todo esto con la intención de dejar a un lado esas medidas imposibles de Barbie. Es decir, si fuera una mujer de verdad, no podría levantar su cabeza, tendría un pedacito de intestino, medio hígado y debería caminar en cuatro patas. De nuevo, el sueño de toda mujer.

Pero, ¿realmente es la solución? Mi respuestas es no. Es decir, las muñecas no están hechas para ser copias fieles de las personas. ¿Alguien ha visto la muñeca bebé que menea el trasero a medida que va caminando, como si fuera Miley Cyrus? No sólo es aberrante, sino que no es cierto.

Lamento informar la opción de Lammily no va a funcionar por las siguientes razones: 1) Ese nombre está bastante feo, 2) Si tus hijas quieren ser como Barbie, eso tiene que ver con la educación que tú le das y no con las muñecas que hay en el mercado, 3) ¿Has visto el capítulo de Los Simpson "Lisa contra Stacy Malibu"?

Supongamos que deciden sacar a una Barbie más adecuada, es decir, gateando y con la cabeza colgándole. Obviamente, tendría las rodillas raspadas, sin maquillaje y estaría vomitando (de tanto estar mareada) Pues, la gente de Mattel la vendería en Halloween como "La Barbie que Regresó del Infierno" ¿Y sabes qué harían las niñas? Salir corriendo a comprarla.

Es decir, las intenciones de Lammily son buenas, pero no son posibles en este mundo. Porque aunque los granos en la piel y las estrías son normales, no significan que sean saludables. A menos que la muñeca vaya acompañada con una cita al dermatólogo, no creo que sea buena idea.

Y que nadie salga con la idea de hacer un Ken anatómicamente correcto.
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Publicado el 14 de diciembre de 2o14