Ese niño dentro de ti

Alguna vez estaba comprando en la panadería de confianza, cuando la muchacha que siempre me atendía me dijo: "Feliz día del niño". A lo que le respondí "Pero yo no soy un niño". Ella me refutó mi repuesta diciéndome: "Todos tenemos un niño por dentro", por lo que tuve que decirle lo obvio "Sólo hay dos tipos de personas que llevan niños por dentro: las mujeres embarazadas y los caníbales"

Es que un adulto no puede dejar salir esa energía infantil. Aunque eso depende el ojo que lo mire. Si son unos niños, disfrutarán del comportamiento de un adulto que puede jugar con él, pues será un niño grande. Pero si son personas mayores, lo tildarán de inmaduro. "Pedrito nunca piensa crecer", dirán.

Y es que los adultos piensan que ser niño es cosa fácil, como si nunca hubieran pasado por esa etapa. Se les olvida el estrés generado por escapar de la Ere, el desespero porque El Coco que lo va a comer de noche y la angustia de no conseguir un animal que comience con la letra X cuando están jugando a Stop.

La gente olvida lo difícil que es caminar y que todo el mundo piense que eres tierno y te cargan. No, el niño desea caminar. Se olvidan que cuando eres niño no entiendes mucho y lo único que te dicen es que eres muy pequeño o que lo entenderás cuando seas grande. Y cuando eres grande, no quisieras entender nada.

Aunque debo decir que los niños tienen un punto a su favor: son siempre inocentes, sin importar el caso. Aunque sean unos pequeños diablillos, ellos nunca tendrán la culpa. De repente el hijo de tu vecina rompió la última foto que quedaba como recuerdo de tu graduación de bachillerato. Patalear no te servirá de nada, ni siquiera discutir con tu vecina, porque la respuesta que encontrarás será "Entiéndelo, no sabe lo que hace, es un niño"

Enviado originalmente el 18 de julio de 2oo8

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