Para ser bella hay que ver estrellas

En estos días caminaba yo por la ciudad a eso de las 7:30 de la mañana cuando me percaté de que en la acera había una cola de mujeres mayores y en bermudas. La cosa ya pintaba rara. Era muy temprano. Entonces, mientras me acercaba, comencé a escuchar que entre ellas discutían. "Yo llegué primero", decía una mientras la otra contestaba "Pero por un segundo, porque yo venía detrás de ti", "Veníamos juntas, idiota", le contestó la primera.

Una cola a esa hora no es algo muy común para mí y que se pelearan menos. Me imaginé que podía ser una cola para Mercal, quizá por el pollo o la leche en polvo. Pero para mi sorpresa, era lo que menos pensaba: una peluquería. Entonces, no pude dejar de pensar en la importancia que le damos a nuestro aspecto físico.

¿Es tan importante para una jauría de viejas sin remedio verse bien? Sí, obviamente tener un buen aspecto físico es importante en la sociedad en que nos movemos. Las mujeres gastan millones al año para arreglar las ojeras, pintarse los labios, cambiar el color del cabello, secárselo y peinárselo. Los hombres dedican su tiempo en afeitarse y colocarse el perfume que huele bien y que les costó un sueldo mínimo.

Esto ocurre porque en nuestra sociedad ser bello te hace buena persona. En estos días estaba escuchando a un par de compañeras de trabajo sobre la importancia de ser atractivo:

-¿Viste el caso del tipo que mató a su abuela a hachazos?
-Horrible, es un desgraciado maldito. Espero que lo maten a palazos en la cárcel
-Sí, se merece eso y más.
-Y lo peor es que estaba tan bello.
-Sí, ¡qué cuerpazo!
-¡Por qué no me mató a mí!

Resulta que en nuestra sociedad vale más ser hermoso que buena persona, es más importante tener buena apariencia que tener comida en la nevera. Aunque yo nunca me preocuparé por eso porque estoy demasiado bueno por naturaleza.

Enviado originalmente el 13 de octubre de 2oo8

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