Un bebé con gran personalidad

Un nuevo bebé es una alegría para la familia que lo recibe. Es símbolo de un renacer, es oxígeno para los parientes y amigos cercanos. ¿O no?

Cuando uno se entera de que algún amigo/a ha decidido procrearse, uno suele alegrarse. Así, esperamos nueve meses para ver el vástago. Entonces, cuando finalmente nace, estamos a la expectativa y nos peleamos por ser los primeros en verlo/a. Y es que todos los bebés son bellos al nacer.

Pero, ¿qué pasa cuando vemos a un bebé que está realmente feo? Es mentira que todos los niños al nacer son hermosos. Hay algunos que no tienen reparo.

Entonces, con el susto de ver algo espantoso, alguien pregunta que cómo es el bebé. Esta pregunta tiene dos posibles respuestas:

1- En caso de que haya nacido en cuna de oro. "Seguro va a ser muy feliz, se ve que va a ser muy sonreído" Claro, existen de por medio cirugías plásticas y mucha plata para comprar amigos.

2- Si nació en cuna de aluminio. "Se nota que va a tener una gran personalidad, se ve que va a ser muy sonreído" Porque sólo con una gran personalidad la gente olvidará tanta fealdad junta.

Un niño feo es el origen de la hipocresía entre amigos. Decimos "qué ternura", pero no de corazón. Un niño feo puede separar amigos, porque la gente nunca querrá ser vista junto al niño feo. Nadie desea que piensen que están relacionados.

Pero lo peor de todo es que algún desgraciado siempre pregunta "¿Y cuándo piensan encargar el próximo?" Malvado, como si la hubieran hecho bien esta vez. El experimento les salió desastroso, sus genes no deberían ser mezclados nunca jamás. "Vamos a esperar un poco", suelta alguno de los padres. Sí, esperen, no hay que desechar un posible futuro divorcio.

Enviado originalmente el 13 de octubre de 2oo8

No hay comentarios: