Tres de agosto

-¿Y por qué no pusiste la bandera?
-¿Por qué debía ponerla?
-Porque hoy es el Día de la Bandera
-Será de Antonio Banderas, porque es el 12 de marzo. Estás perdido, como siempre.
-No, recuerda que cambiaron la fecha.
-Ah, ¿cómo va a ser la cosa?
-Sí, y subieron las estrellas.
-¿Las subieron? ¿Ahora están en el amarillo? Pero no se van a ver.
-No, que aumentaron su cantidad. Son ocho.
-Como el gocho. ¿Y para qué las aumentaron?
-No sé muy bien. como que antes eran más las divisiones esas de Venezuela. Sabes que ahora están descubriendo cosas del pasado.
-Sí, como lo de que Bolívar fue asesinado. ¿O no lo fue? Bueno, quién sabe. A fin de cuentas no lo pueden salvar ya.
-No, pero lo pueden hacer más musculoso. Por eso es que la moneda es más fuerte.
-Más fuerte. Como mi primo que se inyectaba esteroides. Pero luego le salieron unas cosas en las tetillas muy feas. Ahora mi primo está deforme y se ve diferente, como los nuevos billetes.
-Sí, pero como tienen figuras que son usadas en brujerías puedes hacer dos cosas a la vez: pagas y le montas un trabajo al señor del abasto.
-Pobre viejo, tampoco se merece eso. Ya no le queda mucho tiempo de vida. Me dijeron que de ahora en adelante lo va a atender la mujer de la esquina que se llama como el teleférico de Caracas.
-¿Se llama Ávila?
-No, Wara.. Wara.. como sea. Sí, vamos a llamarla Ávila.
-Chamo, se me olvidó la cédula.
-¡Cómo! Ahora estás colombiano. Busca bien.
-Ya la conseguí, estaba enrollada en el potecito de los lentes de contacto.
-Eso es lo bueno de la nueva cédula, que la metes en cualquier sitio y cabe. Lo malo es que ya no sirve para abrir puertas.
-Ni para identificarte, porque en mi foto salí muy diferente.
-Todo el mundo. A ver.. oye, pero te ves mejor en la cédula que en persona.
-Sí, ya nadie me reconoce.
-Como cuando fui a pagar el teléfono. Pasé de largo la taquilla como cuatro veces porque le cambiaron el color al local. Ahora es rojo.
-Chamo, yo estaba contigo y fueron 5 veces. Y yo que te decía que era en el local rojo.
-Pero es que también lo cambiaron de lugar, ahora está más hacia la izquierda.
-Como el caballo de Simón Bolívar, que ahora huye por la izquierda.
-¿De qué caballo me hablas tú?
-Del que aparece en el escudo.
-¿Y ese caballo es de Bolívar?
-Sí, creo. Es que la bandera está cambiadísima. Ya no la reconozco.
-¿Y tú sí la pusiste?
-No. Se me olvidó ponerla, te preguntaba para saber si era el único.

Enviado originalmente el o4 de agosto de 2oo8

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