Un mal con tu nombre

Un viernes en la noche vi a un grupo de personas uniformadas comiendo hamburguesas callejeras, obviamente después de salir del trabajo se reúnen para celebrar el fin de la semana laboral. En ese momento, recordé lo agradable que es reunirse para comer chatarra. Sí, uno se puede reunir con gerentes y hablar de cosas banales y nunca será igual.

Comer chatarra es una aventura, no importa que tan higiénicos sean, siempre habrá alguien que te diga que las hamburguesas están hechas de carne de gato. Y nunca faltará el gordo que te atiende y que hace pensar con qué frecuencia se bañará.

Y es normal encontrarse al tipo que se hurga la nariz, se rasca el entrepierna, toma tu dinero y luego toca la comida sin guante de por medio. Pero eso es lo fabuloso, porque en un restaurante nunca se sabe si lo que se come lo cocinaron con precaución, o si se les cayó en algún momento. Comiendo chatarra tienes la seguridad que al cocinero se le cayó tu comida. No hay dudas, no te vas pensando cómo cocinaron: tu viste cómo se caía la carne y luego la levantaba para ponerla dentro del pan.

Tampoco faltará la culpa, porque bien sabes que estás comiendo toneladas de calorías. Y cuando precisamente la culpa se te está yendo, aparece un gordo o una gorda. Tú piensas "espero nunca llegar a ese nivel de grasa corporal" y te percatas que pidió la misma hamburguesa que tú te comiste.

Ni que decir del fumador. Siempre habrá uno cerca, quien te echará el humo de su cigarrillo muy cerca. El papel del fumador es esencial, sin él la carne no podría tener ese delicioso sabor a ahumado que sólo el alquitrán puede dar.

Pero lo más emocionante es compartir con tus amigos, más allá de comer. Y lo mejor es que al final, después de despedirse, todos hacen un ejercicio mental. Todos tratan de encontrar la respuesta a la pregunta del millón: ¿con qué enfermedad me levantaré en medio de la madrugada? ¿será gastroenteritis? ¿gastritis quizás? ¿amibiasis tal vez? ¿cólera acaso? ¿o encontrarán una nuevo mal que bautizarán con mi nombre?


Enviado originalmente el 04 de marzo de 2oo8

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