Esperanza



Cuando alguien quiere decir que algo es muy antiguo suele decir "Eso es más viejo que el hambre" Sí, el hambre es más viejo que la humanidad. Es un acto natural, que se resuelve llenando ese vacío con algo de comida. Pero no todas las personas pueden hacerlo.
Las condiciones en las que se encuentran algunas personas del mundo no les permiten tener una alimentación balanceada. Y son cientos de miles de personas. Son muchas las que se van a la cama sin cenar. Estas personas están pagando el precio de crecer en lugares pobres.
La solución para que todas las personas puedan comer adecuadamente no es fácil. Depende de muchos factores, que van desde la mala administración de algunos gobernantes hasta la indiferencia del ciudadano de a pie.
Sin embargo, esto no significa que todo esté perdido. Si el problema es de todos, la solución lo es también.
Mientras muchos gobiernos del mundo dedican dinero a guerras inútiles y fiestas poco importantes, los habitantes se mueren. La solución es exigir que el dinero de los impuestos sea utilizado de manera sensata. Pero no regalar la comida (por más votos que sume la propuesta), sino creando más seguridad, de manera que se creen más puestos de trabajo.
La solución comienza desde la educación preescolar. Es imprescindible la masificación de la educación gratuita. En todos los estratos. Una educación de calidad. Sólo así, aprenderán a pescar. Sólo así se asegurarán más puestos de trabajos y más inversión. Y al final, naciones evolucionadas.
Las soluciones que pueden aportar el ciudadano común, son simples. Ayudando a los comedores comunes para personas de bajos recursos, por ejemplo. Un grano de arena puede ser de gran valor para aquellos que no tienen nada. Es hora de ayudar a quienes lo necesitan

Posteado el 29 de abril de 2oo9

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