Cochina gripe



Una amiga dice que lo de la influenza porcina tiene mucho que ver con Obama y su reunión con los presidentes latinoamericanos. Quizás él se lo contagió a medio mundo estrechando manos, brazos y recibiendo libros desactualizados.
La verdad es que no lo sé, pero si fuera así, se lo tendrían merecido por preguntarse "Mami, ¿qué será lo que quiere el negro?" Pues ya lo saben: enfermarlos.
Ahora, la enfermedad no se ha expandido tanto como la paranoia generalizada. Si te ahogas con un poquito de agua, tose con cautela. Si lo haces muy fuerte, siempre sale alguno y grita "¡Tiene gripe!", mientras otro continúa "¡Tiene gripe porcina!"
Lo sé porque lo he hecho.
La gente se ha vuelto loca, como cuando con el antrax. Recuerden que ante cualquier sobre medio sospechoso, las personas llamaban a los bomberos. Entonces ellos se ponían unos trajes muy costosos para descubrir que dentro del sobre había talco.
Lo más interesante es que cada día, hay alguien que me dice "¿Supiste lo de la mujer que se murió de gripe porcina en la clínica". Entonces yo, sorprendido digo "No". Paso siguiente: un cuento detallado de la muerte, con lágrimas, testamento, despedidas. Te lo cuentan como si lo hubieran vivido, pero es falso. Nadie se murió.
Dejen de matar a personas que no existen. No sean parte del rumor. Sean parte de los chistes que se han creado, como aquel que dice que se prohibió jugar Dominó porque la cochina está infectada.
Pero eso sí, no se metan mucho con los cochinos. Su único pecado es ser sabrositos.
Enviado el o2 de mayo de 2oo9

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