Exceso de confianza

Tener confianza en uno mismo puede hacer que todo te salga bien. La confianza es fundamental para que todos vean en ti lo que tú deseas ser. Sin embargo, todo en exceso es malo. Incluyendo la confianza en uno mismo.

Un exceso de confianza es aquel que lleva a la mujer con un cuerpo deforme a ponerse unas mini faldas, alborotarse el cabello, pintarse en exceso y creerse una belleza. Las pupilas del ser humano tienen un límite.

El exceso de confianza es el que ha hecho que mi vecino piense que los ejercicios que hizo hace veinte años todavía tienen efecto. La verdad es que no. Pero él sigue paseándose en shorts como si fuera un galán de telenovela mexicana. Mostrando su pecho y barriga a todo el que no pueda evitar verlo.

Exceso de confianza es aquel que le hace pensar a algunos interlocutores que no cepillarse los dientes jamás afectará sus alientos. Malo si no hay donde sentarse y hay que sufrir el mareo de pie. Peor si también la persona anda en estado de ebriedad.

Una confianza excesiva es la que lleva a una persona a pensar que el uso de desodorantes es opcional. Es excesiva en los días calurosos. Es una grosería si no usa ropa con mangas. Es una barbaridad si está a tu lado. Es un delito que levante los brazos.

En fin, es buena la confianza, nos hace lograr las metas que queremos. Pero no hay que exagerar. Todo tiene un límite. Lamentablemente no puedo seguir explicando. Debo dejar de escribir para postularme para el Premio Nobel de la Paz. No hay nadie que me gane este año.

Posteado el 1o de agosto de 2o1o

No hay comentarios: