Más ofiuco será tu mamá

Los horóscopos despiertan en el ser humano un comportamiento particular. Nos hace creer que el futuro lo dictan las estrellas. La verdad es que no sé si es así, pero es algo tan divulgado que es parte de la cultura general.

Lo cierto es que cuando a los acuarianos nos pronosticaron "grandes cambios en el 2011", nunca pensé que era un cambio de signo. Ahora soy Capricornio, tras la llegada de Ofiuco, el nuevo y décimotercer participante en el zodíaco, que desestabilizó el orden previo.

Después de 26 años, me he dado cuenta que nunca fui lo que soy -o soy lo que fui, ya ni sé- Ahora puedo saber cómo se sentían los personajes de Thalía cuando le decían en las novelas que su padre era otro. Y es que todos han pasado esta vida bajo el engaño.

Quizás lo piense solamente yo, pero el nuevo signo tiene un nombre nada bonito. No me gusta, me suena a insulto. Más que una insulto, me suena a enfermedad de transmisión sexual. Me imagino las conversaciones "No puede tomar alcohol porque está en tratamiento médico por el ofiuco que le salió la semana pasada"

Ni pensar de las charlas entre mujeres. "Mi niño es despistado porque es ofiuco", dirá una, mientras las demás la mirarán con horror y preguntarán "¿Qué horrible mal es ese? ¿Tiene cura?"

Y es que los ofiuco deben ser definitivamente despistados. Eso de que existías pero no lo sabías está como fuera de lo común.

Sin embargo, para tanto sinsentido, voy a seguir el consejo de mi primo: leo las predicciones de Capricornio, luego las de Acuario y las que me gusten más, ésas las que creeré.

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Publicado el 25 de enero de 2o11