Yo vs La industria de la moda
Domingo
Mi madre me dijo "Tráeme unas franelas tuyas viejas para usarlas cuando salga a hacer ejercicios" Yo le dije que lo haría, pero prefería comprarle unas nuevas para que no se viera como una andrajosa, a pesar que sabía que me diría luego que no debía gastar mi dinero.
Jueves
Llegué a la tienda de ropa y vi unas franelas femeninas que me gustaron a lo lejos. Me acerqué y me sorprendí al ver que solamente había tallas muy pequeñas. Mi mamá es M. Busqué más y encontré la talla de mi progenitora, pero las franelas venían en colores que no me gustaban. En eso se acercó la dependienta:
-¿Lo puedo ayudar en algo? -preguntó.
-Sí, ¿estas franelas bonitas vienen en tallas más grandes, que no sean S o XS?
-No, señor
-O sea que solamente la gente muy delgada se puede ver bien. La gente rellenita no tiene derecho a hacerlo
No respondió. Claro que no era su culpa. Y siendo ella misma rellenita, creo que era una víctima más. O eso pensaba yo hasta que dijo lo siguiente:
-Pero señor, yo soy talla M y uso talla S. Me quedan bien
Eso no era necesario que lo confesara. La franela que llevaba puesta le quedaba tan apretada que parecía estar pidiendo auxilio y perdón al mismo tiempo. Y no, no se veía correcto.
-Sí, -contesté- pero a mi mamá le gusta estar con ropa holgada y cómoda. Así que me voy a llevar los colores horribles.
Domingo
Cuando le entregué las franelas a mi madre, se alegró y me dijo "Pero hijo, no debiste hacerlo. No tenías que gastar tu dinero" Lo sabía
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Publicado el 11 de abril de 2o12
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