Sofía, mi profesora favorita

Bloquear el usuario virtual de mi banco es algo demasiado común en mí. Debo hacerlo como cada tres meses, más o menos. Nunca recuerdo la clave. Ese es el problema con tanta contraseña por todas partes (correo, computadora, teléfono, facebook, twitter, instagram y el banco) Siempre coloco la clave que no es hasta que bloqueo el usuario.

Entonces, comienzan las preguntas de seguridad para desbloquear. ¿Cuál es el apellido de soltera de tu mamá? ¿Nombre de tu película favorita? ¿Color favorito? ¿Comida favorita? ¿Cuál es el nombre de tu mascota? ¿Cuándo nació tu primo (no es el que estás pensando, es el otro)? ¿Cuál es el ingrediente secreto de la Kangre Burger? Todas me las sabía, hasta que llegó la última "¿Cuál es el nombre de tu profesor favorito?"

Mi primera impresión fue "¿Yo tengo un profesor favorito?" Pues no, no lo tengo. Comencé a pensar y pensar, pero no daba con la identidad del susodicho. Repasaba cada uno de todos los semestres que había estudiado y no encontré a ningún profesor. Justo cuando me iba a dar por vencido y pensar "¡Se quedó bloqueado el usuario!" me acordé de Sofía, mi profesora favorita.

Había un problema en el género de la pregunta. No es profesor, sino profesora. Recordé a esa muchacha que conocí hace diez años, mientras yo estudiaba Comunicación Social. Ella enseñaba Fotografía con un estilo tan relajado que pronto todos la admiraban. Todos querían secretamente ser como ella. Sobre todo porque era la única que mostraba sus tatuajes. Y si llegaba despeinada, se veía genial. Además, vivía de la fotografía. El sueño de todo hippie.

Ella era tan chévere que cuando ella dictaba laboratorio, la gente se peleaba por estar en sus horarios (yo lo hice, por ejemplo) Lo mejor, es que cada vez que nos encontrábamos, ya fuera de la universidad, ella seguía siendo la misma. No sólo en personalidad, hasta parecía no envejecer.

Y ahí estaba, como la respuesta final para reactivar mi usuario virtual. Es increíble cuánto puede afectar una persona la vida de terceros, más aún cuando se es profesor. Cuando se lo comenté, me dijo en broma que ya sabía de donde sacar dinero en un momento de crisis y desesperación ¿Cómo no querer a alguien así?
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Publicado el o4 de enero de 2o13