Adiós, MSN Messenger (o Live Messenger, ya no sé cómo se llama)


Desde el 8 y hasta el 30 de abril se realizará el paulatino cierre de MSN Messenger, para su integración final con Skype. Muchos sienten nostalgia. Y no es para menos, fue el primer chat en línea para muchos. Ahora que pasará a la historia, presento mi lista de cosas que extrañaré de este servicio:

El hombrecito verde dando vueltas. No estoy seguro de si jugaba "A la rueda, rueda de pan y canela" con el otro hombrecito azul, pero sí que giraban esos seres. Supongo que vomitaban cuando uno se desconectaba.

Esos emoticones. Estaban los que traía el programa de manera predeterminada. Sencillos ellos. Y luego, estaban los que uno descargaba con todo y virus, para luego contaminar nuestra computadora y la de nuestros amigos.

La amenazas de que lo iban a cerrar. Cada cuanto, salía algún ingenuo con un correo que decía que estaban que cerraban al Messenger, a menos que se enviara ese correo a 100 personas. Bueno, supongo que alguien no reenvió esa cadena y ya es un hecho que se acabó. Seguro pasarán correos similares con Outlook y Skype.

Los juegos. ¿Quién no ha pensado "Mientras conversamos en línea, juguemos ajedrez"? Bueno, no creo que muchos, pero la posibilidad existía. Era como un antecedente de Farmville y todas sus variantes, pero menos molesto

Bloquear personas. Sí, era tan divertido. Todas pensaban que los tenías agregados, pero no del todo. Los aceptabas para nunca hablar con ellos.

Todos esos estatus larguísimos. Comenzabas a leerlos y terminabas con cansancio visual. Lo peor eran todos esos emoticones en medio del texto, que lo hacían aún más insoportable. Extrañaré burlarme de esas personas.

Conversaciones incoherentes. Como si les cobraran por cada caracter que usaran, muchos escribían de
manera muy abreviada. K no era una letra, era "qué", cm era "como", vdd era "verdad", y hay mil ejemplos más. Prueba de que la humanidad va a terminar desapareciendo por su flojera.

Esos zumbidos. Como cuando tu mamá te llama de niño y no respondías, entonces te gritaba. Así eran los zumbidos para llamar tu atención (o molestarte) Lástima que había un límite

Todos los secuestros. Antes se le podía echar la culpa de secuestro de menores al hecho aceptar desconocidos en el Messenger, quienes buscaban nuestros datos para luego someternos. Ahora, hay que culpar a alguien más. Pero eso sí: jamás hagan a los padres responsables de la educación de sus hijos.

Los que se conectaban y desconectaban. De esa manera llamaban la atención de alguien. Pensaban que no habían notado su presencia, así que se la pasaban en ese plan. Esto podía resultar en tres escenarios: 1) finalmente el otro se daba cuenta de la existencia del conectado y conversaban, 2) ignoraban esa desconectadera y seguían con sus vidas, y 3) molestaban a todos los contactos (esto último era seguro)
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Publicado el o2 de abril de 2o13

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