Los padres de tu peoresnada (Conociendo a los suegros)


Salir con alguien es normal. El tiempo va pasando y, sin que te des cuenta, se va poniendo seria la cosa. Un día, conoces a los suegros y ¡bum!, ya tienes familia nueva. Tal vez no la buscabas, pero la tienes. Y no puedes escapar, es muy tarde. Tienes que reaccionar de forma asertiva. Aquí, una lista de posibles escenarios:

#MuteModeOn. Sí, siempre tienes palabras para todo. Pareciera que no hay tema que no lograras dominar. Tanto estudiar te ha dado una cultura general envidiable. Cuando alguien quiere saber algo desconocido, te pregunta. Pero nada te salvará de tu familia política. No sabes responder nada. En el mejor de los casos, te has vuelto monosilábico o tartamudo.

Poniendo a prueba el desodorante. Sí, aparentemente los suegros dan mucho calor. Aparecen ellos y tú te pones a sudar. No son unas pocas gotas, algo invisible. Son chorros que salen de tu frente, recorren toda tu cara y mojan tu ropa. No importa si la temperatura ambiente es -3° C. Aunque es peor quien combina la transpiración con el silencio: parece que tuviera una urgencia digestiva.

Yes man. Es aquel que está de acuerdo en todo. No hay nada que le parezca extraño. Sus ansias por encajar son enormes. ¿Tus suegros piensan que Joseph Kony es inocente? Tú también, ese hombre es una víctima ¿La endogamia es practicada con regularidad en esa familia? Tú les dices que le tienes ganas a un primo y/o prima y les preguntas si son hermanos

Mano suelta. Agarras y le das un beso francés a tu peoresnada, abrazas a tu suegro como si el mundo se estuviera acabando y besas a tu suegra como si estuviera hecha de chocolate. Tres cosas que no se deben hacer para evitar invadir su espacio personal. Deja la desesperación para otro momento.

No te importa nada. Una cosa es ser humilde y otra muy diferente salir a comer en un puesto de perros calientes. Sí, es muy económico. No, no es apropiado. Igual, hay que vestirse adecuadamente, no en pijamas. También es bueno acotar que peinarse, bañarse y cepillarse los dientes no son opcionales.

Hacer chistes. Burlarte de la calva de tu suegro no es un buen punto de partida. Claro, si es al revés, sonríe políticamente. Recuerda que puedes ser gorda/calvo/arrugada/horrible, pero ellos trajeron al mundo a quien le metes mano descaradamente. Hay que agradecer eso.

Dinero.  Contrario a los humildes, hay quien no puede dejar de hablar de dinero. Es un tema universal, pero no hay que exagerar. Si te dicen que son multimillonarios, hazte el que no busca la plata. Si eres un cazafortunas, no deben darse cuenta desde el primer momento. Por otro lado, si eres tú quien es adinerado, le vas a caer bien sin importar lo que hagas.
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Publicado el 29 de abril de 2o13

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