No te molestes


Hay cosas que, al decirlas, pueden provocar un efecto contrario a su verdadero significado. Lo voy a explicar con un cuento basado en una historia de la vida real: Después de pasar semanas esperando la llegada de una amiga, me comentó que no podríamos vernos. Le salieron planes con su familia

Y bueno, yo soy excesivamente familiar. Estar con tus parientes es algo que defiendo a capa y espada. Es decir, primero la familia y después todo lo demás.

Ahora, el detalle es que al final me dijo "No te molestes" Me pareció extraño porque yo nunca estoy bravo. Siempre sonrío y apoyo el tiempo familiar ¿Cómo me podría molestar eso?

Pero luego, me pregunté por qué me diría eso. Yo no soy iracundo ¿O sí lo soy y no me he dado cuenta? No, no lo soy.

Un momento, ¿acaso ella pensaba que yo ando molestándome por cualquier cosa? ¿Cómo se le podía ocurrir pensar eso de mí? Yo no soy así

Luego de un tiempo, me comencé a poner bravo. Es decir.. que no me moleste ¡Que no me moleste! ¿Cómo se le ocurría decirme qué debo sentir y que no? Yo me molesto si me da la gana. Nadie debería intentar influenciar en mis emociones, por más amigos que seamos.

Es que todo era más irritante que pañal barato. No le pude hacer caso. Claro que estaba molesto. ¿Acaso la gente no sabe que yo soy como Flan? No puedes controlar mis sentidos, ni mis vestidos.. porque es total.
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Publicado el o2 de marzo de 2o14

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