Mami


A mi abuela paterna nadie le dice abuela. Todos le decimos "mami". Es extraño, pero al final es así. Nunca ha sido una abuela en todo el sentido de la palabra. Es más como una segunda madre para mí, mis hermanos y mis primos.

Mami nos contaba cuentos antes de dormir. Como aquella leyenda según la cual los esqueletos de los muertos salían a la ciudad después de medianoche. Una cosa así para dormir bien y no tener pesadillas.

Mami nos regaña con los ojos. Una mirada es todo lo que necesita para decirte que estás diciendo algo inapropiado. Ella te mira y ya tú sabes que te tienes que sentar o callar o hacerte de la vista gorda. Son tantas las cosas que dice con sus ojos que es necesario un diccionario completo para interpretarlos. Algo así como Miradas - Español, Español - Miradas.

Mami prepara los postres más ricos. El quesillo que ella prepara es para chuparse los dedos y después lamer el plato. Es tan delicioso que todos nos peleamos por él.

Mami nos hace reír a todos. Siempre tiene un cuento extraño de algo que le pasó y que resulta ser muy cómico. En consecuencia, todos tenemos un buen sentido del humor en mi familia. Siempre estamos buscando que el otro sonría. Quizás de allí nacieron mis crónicas.. era algo hereditario.

Mami se preocupa todo el tiempo. Vas a verla y no permite que te vayas sin haber comido. Por cierto, no es algo de lo que me queje.

Mami nos quiere a todos. Y de vuelta, todos la amamos.
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Publicado el o6 de mayo de 2o14

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