Ser latino es ser feliz

Estaba leyendo las noticias, cuando una me llamó la atención: América Latina tiene los países más felices del mundo. Y hay que decirlo, esa es una muy buena nueva.

Aparentemente, Paraguay tiene a la población más feliz de toda la orbe. Lo cual es más que interesante. Es decir, yo lo que más conozco de esa nación es a Larissa Riquelme (claro, también soy un ignorante) Y si las paraguayas son como esa mujer, entiendo tanta alegría. Es decir, todas son hermosas y todos los hombres tienen algo bueno que mirar.

Le siguen en posición: Panamá, Guatemala, Nicaragua, Ecuador, Costa Rica, Colombia, Dinamarca, Honduras y Venezuela. Ese es el top 10.

La verdad que no sé qué hace Dinamarca en la lista, pero me contento por ellos. Pueden decir que son felices como latinas lombrices. Supongo que los más alegres son los que viven en Groenlandia: debe ser como Navidad todo el año. Razón suficiente.

Ahora, todos los habitantes de estos territorios gustan reír. Y según la encuestadora encargada del trabajo, tanta alegría se debe a una tendencia cultural a concentrarnos en las cosas positivas de la vida. Y es que con tanta playa, montaña, ciudad y calor humano, es lo más natural.

Es decir, todos compartimos el mismo idioma y un sentido del humor más o menos parecido. Es normal que los chistes de unos hagan reír a otros. Es así de fácil como nos la  pasamos con una sonrisa en la boca.

Incluso, me llama la atención que Venezuela (mi nación) esté entre los primeros. Si alguien lee las noticias, se dará cuenta que estamos divididos, que tenemos la inflación más alta del mundo, que hay escasez hasta de jabones de baño. Y con todo, somos felices. Nunca me quejaré de haber nacido aquí.

¡A ver si los demás aprenden algo de nosotros!
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Publicado el 25 de mayo de 2o14