Adiós, Brasil 2014

Oficialmente se ha terminado el mundial de fútbol Brasil 2014. Y hay ciertas cosas que voy a extrañar ahora. Por ejemplo:

Las calles vacías. Cuando comenzaba un partido, era la hora precisa para hacer mercado o ir al banco. No había ni un alma en ningún sitio y, pos supuesto, no había cola para nada. Un sueño hecho realidad.

Pitbull y esa canción tan genérica. Contrario a todos, yo no pienso que la canción oficial haya sido terrible. Solamente que sonaba a canción de Pitbull, a quien no le podemos pedir mucho. O sea, ¿es que nadie le ha prestado atención a la letra de alguna canción del cubano? Son vacías, divertidas, pero vacías.

Shakira y su renta con la FIFA. Otro mundial, otra canción de la colombiana. Es una tradición que no está nada mal. Y no es que La La La (Brazil 2014) haya superado a Waka Waka (This Time For Africa), sino que la competencia no era muy fuerte. Con esto, la barranquillera demostró que se puede retirar y vivir tranquilamente de una canción cada cuatro años.

Esa inauguración para el olvido. En Rusia 2018 podrán hacer cualquier cosa, que nada podrá ser peor.

La caída de los grandes. Cuando la España campeona cayó en desgracia, parece haber hecho un efecto dominó en otras selecciones que eran grandes favoritas (y hablo de la fase preliminar solamente)

Esos animales imitando a Paul. Ninguno logró la empatía del finado pulpo de Sudáfrica 2010. Espero no ser el único en haberlo extrañado.

Tanto sexo. No sé si era el calor de Brasil o es que mucha gente se quería quitar la ropa y buscaron una excusa cualquiera, pero todos querían desnudarse y tener sexo. Por citar unos casos, la colombiana Lucecita Ceballos se desnudaba si Colombia ganaba la copa, igual apuesta hizo la sexóloga Flavia Dos Santos. Mientras, Enrique Iglesias se empelotaría si España renovaba el título. Eso sin contar a la actriz porno chilena Marlen Doll, quien tuvo sexo por cada partido ganado de su equipo.

Mientras, queda regresar a la realidad

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Publicado el 12 de julio de 2o14