Limpieza de Facebook

Cada vez que leo que alguna de mis amistades coloca "Limpieza de Facebook" en su estatus, me hace pensar. Es decir, es como una amenaza que lanzan a todos sus contactos: "Te puedo borrar en cualquier momento, tengo el poder" Y sabes, suena peligroso.

Yo nunca he hecho algo parecido porque mis contactos son muy pocos y si los borro, pues mejor elimino el perfil y obtengo el mismo resultado. Así que no se preocupen, amigos de Facebook, los quiero a todos y seguirán leyendo mis incoherencias por mucho tiempo.

Volviendo al tema principal, cada vez que leo aquello de la limpieza, me siento como un participante de esos reality shows que son concursos. Comienzo a pensar "¿Lo habré hecho bien como amigo?", "¿Le habré ofendido alguna vez con mis chistes malos?", "¿Sobreviviré esta ronda?"

Ahora, si has leído que alguno de tus amigos van a hacerlo, existen cinco acciones que puedes cometer: 1) Rogar directamente y decirle "Por favor no me borres, prometo ser mejor amigo/a en el futuro"; 2) Rogar indirectamente, es decir, rezarle al dios del trueno, Thor, porque no te borre; 3) Ruegas directa o indirectamente para que te borre y lo haga rápido; 4) Le borras primero y le ahorras la molestia; 5) Restarle importancia al asunto, pues ni recuerdas quién es en realidad.

Por otra parte, si quieres eliminar gente de tu listado de amigos, mi recomendación es que lo hagas en silencio. No hay que hacer un escándalo de esto. Elimina a quien quieras sin piedad y sin hacer ruido, como un buen francotirador. Cuando hayas terminado con tu masacre, quédate en paz contigo. No pienses en los caídos, sólo en los que sobrevivieron y que seguirás disfrutando.

Claro, también podrías dejar de aceptar amistades de cualquier desconocido que te lo pida. Es decir, aquel vecino-del-exesposo-de-la-prima-tuya-que-vive-en-otro-país no tiene que estar viendo tus fotos en la playa. Pero es sólo un consejo, no tienes que tomarlo obligatoriamente.

Mientras, yo estoy tranquilo. He sobrevivido a todas las rondas eliminatorias. Hasta la próxima, claro está.

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Publicado el o9 de junio de 2o15