Matrimonios con fecha de vencimiento


Hoy me levanté con ganas de cambiar el mundo y se me ocurrió lo más genial de las ideas posibles. Se me ha ocurrido cómo acabar con tantos divorcios y relaciones infelices: matrimonios con fecha de expiración.

Es decir, después de todo es un contrato, ¿cierto? Sólo que hay emociones envueltas, la procreación y todo lo demás. Entonces, si es un contrato, se le puede colocar una fecha de finalización. Por ejemplo, de cinco años. Después de eso, la pareja decide si merece la pena seguir juntos o si cada cual agarra su camino.

Entonces, después del lustro, se someten a una evaluación de todos los aspectos. Por ejemplo, "Bueno, Pedro ronca como una motosierra, pero se preocupa por la educación y alimentación de todos. Hay que renovar el contrato por cinco años más" o "María cocina terrible y cree que no. Además no quiere a mi mamá y creo que tiene una aventura con el vecino. Es mejor hacer la división de bienes de una vez" Y listo.

Tal cual como se hace con los cargos de elección popular. Nada de reyes con un título hasta la muerte ¡Qué viva la democracia! Así, las personas no darían al otro por sentado y se esforzarían en mantener una relación saludable.

En caso de que uno de los involucrados quiere continuar, pero el otro no, se separarán igual. Mire que nadie va a estar junto a alguien por obligación.

Igualmente serviría para evitar esas relaciones intermitentes, que van y vienen. Se aguantan un rato hasta que se les venza el contrato. Miren que sus amistades se aburren de tanta separación y reconciliación. Llega el punto en que nos da igual si siguen juntos y separados (Sí, es con ustedes, Ramona y Alejo)

Si llega la separación, será un momento triste, pero necesario. Y dependiendo de si hicieron acuerdo prenupcial o no, seguirán igual que al principio o uno de los dos terminará siendo más pobre que el otro.

Por el contrario, si los dos son felices, se renovará el contrato por el tiempo estipulado. También se les deseará buena suerte y esperamos que le vaya bien y sigan en ese camino. Después de todos, es lo que todos queremos, ¿o no?

Y si me acusas de poco romántico, pues me lo vuelves a decir después de que firmes tu divorcio y termines en la calle.
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Publicado el 19 de octubre de 2o15

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